Pretérito, qué tiempo tan feo. Pasado, sin futuro. Desgarrador. Y a partir de ahora, para hablar de tí, será el único que emplee. Ya no estás ni estarás.
Escribo con el único derecho de haber formado parte de tí, un tiempo pequeño, pero feliz. Te ví llorar, reir, triste y alegre, enfadado y otras veces apasionado... Me contaste tantos sueños y anhelos...tantos secretos...
Prometo no desvelarnos nunca. Serán tuyos y míos. De los dos.
Chinchón, Toledo y Guadalajara. Y tú sabes por qué...
Han pasado muchos años, y aún así duele saber que aquí ha quedado tu vida. No te necesito, ni te he necesitado para continuar, pero siempre te he imaginado. Feliz con tus hijos y tu familia. Y así creo que ha sido, hasta ayer...
Es lo más antagónico que se pueda escribir. Lo que más te gustaba, te ha destruido. Superarte, cumplir retos, aumentar tu propia marca es la pasión de la vida. Adrenalina en estado puro. Estar vivo. Vivir. O eso decías. Pero...¿tenía que costarte la vida? Eso...¿no es morir?
Ayer escribía de Rusia como un renacer de vida, como un viaje inolvidable. Un país que me traería recuerdos maravillosos. Y allí ha sido el lugar escogido para terminar tu vida. Ya no tengo claro mis sentimientos hacia ese país. Ya no puede ser bonito.
Te marchas con trabajo. Cuidar de tu familia y si te sobra tiempo...échame un vistazo a mí, por favor. Sé que siempre me has deseado lo mejor.
No fué tu momento, ni el mío. Insisto (sin derecho alguno sobre tí) quiero que el mundo sepa, que me hiciste muy feliz.
Y no dudes ni un momento, allá donde estés... que fué un inmenso placer.
Descansa en paz MMM (como a tí te gustaba firmar...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario